Durante el transcurrir de la formación académica que me ha tocado vivir en los distintos cursos de grado, especialización o maestría (cosa que dicho sea de paso por motivos obvios y no tan obvios me ha tomado más de un lustro); me he topado con un tema recurrente y que genera discrepancias, preocupación de manera bastante notoria y siempre constante. Este es el miedo a la amenaza que supuestamente generan las tecnologías de la información (o la tecnología en general) hacia el mercado laboral, siempre en transformación.
Y es que desde décadas atrás (a quienes nos tocó presenciarlo), el fantasma de la computadora destruyendo los oficios generados por la máquina de escribir se encuentra aún vigente, materializado el día de hoy en un escenario por un lado deseado y por el otro distópico llamado Industria 4.0 que parece no dejar claro si lo que se avecina entonces supone un futuro benéfico o perjudicial para muchos puestos.
Existen bastantes artículos que abordan este tema hoy, pero lo que me impulsa a aportar con mi perspectiva, es que en muchos casos se toca esta temática de una manera bastante insidiosa y negativa acerca de lo que se espera. Y claro, a quién se le puede ocurrir que un hecho como el que la tecnología quite empleos pueda ser visto como algo positivo?. Bueno desde mi perspectiva, en muchos casos, lo es. Y me gustaría pasar a explicarlo.
Qué es la Industria 4.0?
El término Industria 4.0 o Cuarta Revolución Industrial consiste en un esfuerzo por la digitalización completa de la cadena de valor en la empresa, a través de la integración de distintas tecnologías o técnicas como la integración masiva de sistemas a lo largo de toda la cadena; el análisis de datos, el uso de dispositivos interconectados IoT, inteligencia artificial, etc.
Los cambios que supone este nuevo paradigma en la industria son:
- Integración de las tecnologías de la información y comunicaciones en la industria de manufactura y servicios: automatización de procesos, menor intervención humana, uso extensivo de sistemas, actuadores, sensores y dispositivos autómatas. Esto genera el efecto directo de una reducción en los puestos de trabajo.
- Transformación de las empresas de manufactura en empresas con un fuerte componente de TI. En todos lados se necesita ahora a un área de sistemas… y esto guarda relación con el hecho de que por ejemplo ahora hasta un refrigerador puede tener una pantalla con un procesador que se integra con otros dispositivos y que provee una interfaz de usuario. Los vehículos automotores no son la excepción. Quién iba a pensar hace 50 años que los sistemas de combustión de los vehículos iban a requerir de un computador. O que este computador luego también iba a controlar el frenado, tracción, estabilidad o suspensión del vehículo. O que finalmente iba a conducir al vehículo. Pues los programas de software en contextos nunca antes vistos ahora están más que presentes, y son cada vez no sólo más necesarios en distintas industrias, sino que muchas veces imprescindibles.
- Aparición de nuevos paradigmas y tecnologías. Actualmente los procesos de mercadotecnia incluyen análisis en redes sociales. Ya que mucha gente pasa muchas horas ahí. Se ha convertido en un paradigma social en el que las empresas invierten ahora millones y todos quieren estar. Esto conlleva a la creación y uso de distinta tecnología como IA.
- Aparición de nuevas culturas y ecosistemas digitales: E-sports, líderes de opinión y generadores de contenido digital; son miembros de una nueva cultura de un ecosistema cada vez más vigente y que participa de manera activa en ámbitos sociales nuevos.
Los datos adversos que nos asustan
Estudios bastante representativos en este ámbito muestran la información de la cual nos preocupamos.
Frey y Osborne profesores de Oxford en su estudio «El futuro del empleo: ¿qué tan susceptibles son los trabajos a la computarización?» (https://www.oxfordmartin.ox.ac.uk/downloads/academic/The_Future_of_Employment.pdf?link=mktw) nos muestran un futuro bastante negativo (para el mercado laboral norte americano al menos), en donde el 47% de los empleos en los Estados Unidos desaparecerán en los próximos 25 años. Este estudio efectivamente muestra que dicho porcentaje de puestos de trabajo se encuentran en alto riesgo de ser automatizados; un porcentaje alto de modelos, personal de telemercadeo, cajeros, pescadores, entre otros se verían afectados. Si bien esto es potencialmente cierto, el estudio también muestra (como se ve en los gráficos adjuntos) que el nivel de capacitación académica y el nivel de ingresos tienen una incidencia directa en lo contrario.
Vale decir que cuanto mayor especialización educacional o académica se tenga, es menos probable que esto ocurra. Esto es un añadido importante en este análisis, puesto que termina por definir que si bien 47% de dichos trabajos están potencialmente en riesgo; son aquellos trabajos poco especializados y que requieren un nivel de conocimientos básico, los llamados a ser retirados de la oferta laboral por ser fácilmente automatizables. Esto parece confirmar lo que por criterio muchos entendemos como un beneficio más que un perjuicio en la aparición de la tecnología, ya que esta es una herramienta que contribuye facilitando y potenciando la actividad laboral, más que anulándola. Son aquellos que no se retan a sí mismos en su capacitación o quienes dejan de lado la especialización académica, los más perjudicados.
En este contexto, muchos puestos laborales dejarán de contestar el teléfono, por ejemplo; y se generará gracias a la tecnología, la oportunidad para ellos (los que busquen la especialización) de analizar el comportamiento de los clientes que son atendidos por un sistema IA de respuesta por voz automatizado, por ejemplo. La tecnología será el facilitador que permita participar estratégicamente ahora de la solución, más que de manera operativa, permitiendo así entonces generar mayor valor en la empresa. La tecnología no quitaría entonces, desde esta perspectiva, puestos de trabajo; los mejoraría y potenciaría; transformándolos. Permitiría dar el salto hacia la especialización.
Ocurrió lo mismo finalmente con el ejemplo inicial de la máquina de escribir y la computadora. La computación y sus distintos productos y servicios derivados se constituyen en una industria multimillonaria ahora. Posiblemente muchos que ejercían oficios relacionados con la máquina de escribir, se vieron perjudicados; pero creo que si lo vemos en perspectiva; hoy el balance es mucho más que positivo.
Entonces, si se quiere, se puede afirmar que la participación de la tecnología en las distintas industrias no supone necesariamente una amenaza para el mercado laboral, sino una gran oportunidad potencial. La respuesta es alejarnos del miedo natural al cambio y sí claro, adaptarnos; especializarnos.
Y eso, para mí al menos, es sinónimo de progreso.